DIEGO

 DIEGO

No me gusta confesar, aun que si confieso eso...

Después de dos años y medio, recibí unos WhassApp de Diego.

Me invitaba a tomar café cerca de Ciudad Lineal.

Diego era un conductor qué me parecía muy guapo. Alto: 1,90, moreno, en fin,

atractivo.

A veces, me decía algún comentario y me hacía reír.

Yo, qué soy muy enamoradiza, creía que le apetecía conocerme y quedar,

salir, hacer cosas juntos, tomar un vino o dos, bailar...

Al día siguiente, me volvió a llamar y hablamos tranquilamente.

Se disculpaba por la proposición y la confusión.

Diego lleva tiempo con una chica y...

cuando me escribió si yo me masturbaba pensando en él,

seguro que otra mujer le hubiera mandado muy lejos,

 se hubiera enfadado o le hubiese colgado.

Yo, que no me apetecía discutir ni ponerme nerviosa...

le seguí escuchando y hablando con él.

Me dijo que le disculpara por todo, ya que me merezco alguien mejor

 y más cariñoso para mí.

Él también me daba las gracias por describirle cómo yo le veía...

Qué se ocupaba de su hijo, que había leído algún libro de arte,

qué es simpático...

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Mientras mi marido veía el final de la Champions League en la televisión del salón,

yo me masturbaba en la cama, pensando en Diego...