- ¿Podría decir lo que experimentó o sintió?
- Pues, siguiendo sus recomendaciones y para intentar comprenderme. Llegué a mi casa, me cambié de ropa, me puse mis calcetines favoritos y en la pequeña habitación, con la luz tenue me senté en el sillón, encendí el radiador y puse en marcha la grabadora donde se escuchaba la relajación guiada que me recomendó.
Cerré los ojos, apoyé mi espalda recta con los pies en alto en la banqueta rosa y seguí el ritmo de mi respiración lentamente. Oía la grabación y poco a poco me sentí muy relajado. Noté un cosquilleo en mi mano izquierda como se me cogieran de la mano y una sensación de que algo salía de mi cuerpo o algo parecido...
- ¿Pero se sentía incómodo?
- !En absoluto, Doctor¡